[2] Este cargo le permitió pasar el resto de su vida estudiando varios temas científicos.
[2] Ingeniero e inventor, se hizo particularmente conocido por sus instrumentos mecánicos y ópticos fabricados por él, como sus espejos parabólicos.
En la búsqueda de sus objetivos científicos, instaló un laboratorio adjunto al museo para realizar sus experimentos.
John Evelyn, Balthasar de Monconys y Philip Skippon visitaron el museo durante su viaje a Italia.
Sin embargo, esta voluntad no se llevó a cabo ipso facto, pues tenía muchos sobrinos con sus propias opiniones al respecto, con Maria Settala, que se había casado en la familia Crevenna, negándose a ceder lo que consideraba su derecho y satisfaciéndose tan solo cuando retiraron algunas de las imágenes.
No fue hasta 1751 cuando su legado fue confirmado por un decreto del senado de Milán, que consignó su colección a la Biblioteca Ambrosiana, donde se instaló 70 años después de la muerte del testador.
La biblioteca estaba íntimamente ligada a los intereses de Settala: óptica, matemáticas, etnografía y viajes.