Florinda Soriano trabajó en sus tierras durante décadas junto a su esposo, Felipe.
El capataz Ernesto Díaz (Durín), empleado del terrateniente soltó los cerdos de Mamá Tingó.
Ella fue a amarrarlos, pero el capataz permanecía escondido en el lugar y aprovechó el momento para dispararle con una escopeta.
[3] En el 2019, el Instituto Agrario Dominicano (IAD) habilitó un nuevo asentamiento campesino en la comunidad El Calvario, en Monte Plata, al que denominó AC-Mamá Tingó, entregando tierras a 1.950 productores agropecuarios.
[7] Asimismo, varios centros médicos y agrupaciones municipales también han sido nombrados en honor a Mamá Tingó.