La maicena se utiliza para hacer pan, pastas, bizcochos, bases de pizza, etc., y como espesante para sopas, chocolate caliente, crema pastelera, y helados, entre otros.
Maizena fue registrada como marca comercial en el año 1856 y adquirida por Corn Products Refining Co.
En Argentina se suele utilizar frecuentemente para hacer los clásicos alfajores de maicena rioplatenses, rellenos con dulce de leche y decorados con coco rallado.
Tanto es así que en Venezuela se comercializa una versión no enriquecida que lleva el nombre comercial de almidón Plancholín, elaborada por Alfonzo Rivas & Cía.
[3] Asimismo, es un compuesto popular en farmacéutica, siendo un excipiente muy comúnmente encontrado, sobre todo, en comprimidos (pastillas).