Madonnina

La obra, que estaba teóricamente en discusión desde hace muchos años, fue proyectada (1765) y construida (1769) por el arquitecto Francesco Croce.

En realidad, detrás de los sentimientos religiosos se escondían principalmente problemas estructurales: pocos metros bajo la superficie de la ciudad hay una capa freática, que ejerce una fuerte presión sobre los estratos rocosos del subsuelo.

Por tanto, una construcción más alta y pesada que la Catedral podría resultar inestable.

A la Madonnina se dedicó la célebre canción Oh mia bela Madunina, en dialecto milanés, escrita en 1935 por Giovanni D'Anzi.

El libro, que narra un pintoresco robo de la Madonnina, fue acogido con un grandísimo éxito.

Vista de la Madonnina.
La Madonnina vista desde La Rinascente .