Abarca los distintos estilos desarrollados en las diferentes épocas históricas que van desde las primeras manifestaciones culturales previas a la propia existencia de España como Estado hasta las manifestaciones artísticas y productos de la industria del entretenimiento actuales.
Muchos compositores solían volver hacia el final de su carrera para extender sus conocimientos musicales en su país natal.
Otros notables organistas fueron Pablo Bruna (1611 - 1679), Juan Bautista Cabanilles (1644 - 1712) y Francisco Correa de Arauxo (1584 - 1654).
Hacia inicios del siglo XVIII la música española se vio influida por modelos italianos de la época, cuando Domenico Scarlatti, Luigi Boccherini y Gaetano Brunetti, residían en la corte madrileña.
Entre los principales compositores de Zarzuela del XIX se hallan Francisco Asenjo Barbieri, Ruperto Chapí, Federico Chueca y Tomás Bretón.
La canción también tuvo un espacio muy importante en la vida musical española del siglo XIX, en un género en el que no sólo hubo hombres, sino también mujeres compositoras de relieve, como Paulina Cabrero.
Entre los compositores posteriores al romanticismo destacan Felipe Pedrell, Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina, Manuel de Falla, Antoni Noguera, Jesús Guridi, Óscar Esplá, Federico Mompou, Salvador Bacarisse, Ernesto Halffter, Xavier Montsalvatge, Pablo Sorozábal Joaquín Rodrigo y Roberto Gerhard.
Estos entre otros factores, fueron determinantes en la vida institucional, en la creación, en la didáctica y en la investigación histórica de la música española y sentaron unas bases sin las que sería imposible comprender la segunda mitad del siglo XX.
A la vez que músicos españoles desarrollaron una importante labor en el exilio, otros permanecieron en España tratando de reanudar sus actividades.
Algunos representantes son los vascos Ramón Lazkano, Gabriel Erkoreka o Javier Jacinto, este último también director, los madrileños David del Puerto, José Mª Sánchez Verdú o José Manuel López López y en la escena catalana aparecen Josep Soler, Albert Sardá, Lola Vernel, Benet Casablancas o el compositor y director Salvador Brotons.
Entre los tipos más importantes hay que destacar, además del flamenco, la charrada, el chotis, el contrapàs, la copla, el cuplé, el fandango, las habas verdes, la isa canaria, las folias, las malagueñas, la polka, la jota, la muñeira, el paloteo o ball de bastons, el pasodoble, las pardicas, la rebolada, la sardana y los verdiales.
El flamenco, influenciado fuertemente por el folclore tradicional andaluz, suele ser asociado habitualmente al pueblo gitano.
Su origen como representación pública se dio probablemente en Cádiz, Jerez de la Frontera, Triana y Utrera.
Uno de los estilos que surgieron en la primera mitad del siglo XX fue la canción melódica.
Dicha influencia dio lugar a lo que se conoció en el país como «la era de los conjuntos».
Durante estos años también se asentaron otros géneros que siguen teniendo buena acogida como el hip hop o la música electrónica, de la que se puede destacar el llamado «makineo» o música makina, originaria de la Comunidad Valenciana.