Se caracteriza por la progresiva excavación de los elementos que componen el túnel, de tal forma que se van retirando los elementos más estables del túnel evitando el hundimiento o la falta de estabilidad del frente.
[2] El método se denomina método clásico de Madrid por ser el método más empleado en la construcción de los túneles del metro de Madrid.
[3] El primer elemento excavado es la bóveda del túnel (se suele denominar avance en bóveda o calota).
La bóveda se sostiene en el terreno mediante un entramado progresivo de madera.
De esta forma la galería se va construyendo a medida que se avanza sin poner en riesgo a los trabajadores debido al hundimiento del túnel.