Como el hormigón en masa no puede absorber grandes esfuerzos de tracción y torsión, estas primeras estructuras fueron arcos, bóvedas y cúpulas, que funcionan solamente a compresión.
Entre estos elementos, las sopandas, a modo de vigas se colocan aproximadamente cada treinta cm, junto con madera contrachapada superpuesta.
Similar al anterior, pero sustituyendo las vigas auxiliares (sopandas) por otras metálicas, de aluminio o acero.
Son montados con módulos de madera, plástico, acero o aluminio.
Es común que arquitectos e ingenieros diseñen con uno de estos sistemas la construcción.
Está técnica es bastante común en los Estados Unidos y países del Asia Oriental.
Mediante este método los «cuadrados» tienen límites en tamaño y peso.
Los pequeños «cuadrados» son generalmente más fáciles de adaptar en aquellos edificios geométricamente complicados (no rectangulares, o redondos), o para montarlos alrededor de columnas, en comparación con sus homólogos más grandes.
Habitualmente se han empleado encofrados de madera, que permiten una gran versatilidad en formas, pero actualmente se emplean mucho los metálicos, especialmente en piezas de formas geométricas sencillas, para encofrar pilares o muros completos.