Máquina simple

Una máquina simple es un dispositivo mecánico que cambia la dirección o la magnitud de una fuerza.[6]​ Por otro lado, numerosos mecanismos sencillos basados en las máquinas simples siguen siendo generalmente utilizados para la producción artesanal.[7]​ De acuerdo con la clasificación tradicional, las seis máquinas simples son: Pese al carácter tradicional de la lista anterior, no es infrecuente encontrar otras listas que incluyan algún elemento mecánico distinto.Por ejemplo, algunos autores consideran a la cuña y al tornillo como aplicaciones del plano inclinado; otros incluyen a la rueda como una máquina simple; otros consideran los engranajes; o también se considera el eje con ruedas una máquina simple, aunque sea el resultado de juntar otras dos máquinas simples.Si se omiten las pérdidas por rozamiento, el trabajo realizado por la fuerza aplicada es igual al trabajo realizado por la fuerza resultante sobre la carga.Las máquinas simples pueden ser consideradas como los "bloques de construcción" elementales a partir de los que se diseñan máquinas más complejas (denominadas en ocasiones "máquinas compuestas"[10]​[11]​[4]​[12]​ como por ejemplo, el mecanismo de una bicicleta, donde se utilizan ruedas, palancas y poleas).La idea de la máquina simple se originó alrededor del siglo III a. C. por el físico griego Arquímedes, que estudió la palanca, la polea, y el tornillo.[4]​[15]​ Descubrió el principio de ventaja mecánica, reflejada en la famosa frase tradicionalmente atribuida[16]​ a Arquímedes con respecto a la palanca: "Dame un punto de apoyo, y moveré la Tierra."(en griego: "Δώσε μου ένα σημείο υποστήριξης, και θα μετακινήσω τη Γη.Esto condujo finalmente al nuevo concepto de trabajo mecánico.En 1586, el ingeniero flamenco Simon Stevin dedujo la ventaja mecánica del plano inclinado, lo que llevó a incluirlo con las otras máquinas simples.La teoría dinámica completa de las máquinas simples fue elaborada por el científico italiano Galileo Galilei en 1600 en su obra Le Meccaniche (Sobre la mecánica), en la que mostraba la similitud matemática subyacente de las distintas máquinas.[19]​ Las reglas clásicas de la fricción por deslizamiento en las máquinas fueron descubiertas por Leonardo da Vinci (1452-1519), pero no las incluyó en sus cuadernos.Fueron redescubiertas por Guillaume Amontons (1699) y desarrolladas por Charles-Augustin de Coulomb (1785).[24]​ Siendo esto cierto, desde el punto de vista teórico se puede analizar su funcionamiento de dos maneras distintas: sin considerar la fricción (máquinas ideales) y considerándola (máquinas reales).La ventaja mecánica puede ser mayor o menor que uno: En un tornillo, en el que se usa un movimiento de rotación, la fuerza aplicada debe reemplazarse por el momento torsor, y su velocidad por la velocidad angular con la que el tornillo es girado.Así, en las máquinas no ideales, la ventaja mecánica es siempre igual o menor que la relación de velocidad multiplicada por la eficiencia η, de manera que una máquina en la que se considere la fricción, no será capaz de mover una carga tan grande como la máquina ideal correspondiente usando la misma fuerza de accionamiento.[31]​ Por lo tanto, estas máquinas se pueden utilizar en los dos sentidos, con la fuerza de accionamiento aplicada a cualquiera de los dos extremos del dispositivo.Por ejemplo, si la fuerza de la carga sobre una palanca es lo suficientemente alta, la palanca se mueva hacia atrás, desplazando el otro brazo en dirección contraria a la de la fuerza aplicada.Estos dispositivos se denominan máquinas irreversibles o autoblocantes.[31]​ Estas máquinas solo pueden ser puestas en movimiento por la fuerza aplicada, y cuando esta fuerza cesa, la máquina permanece inmóvil, "bloqueada" por la fricción en cualquier posición en la que quede.es igual a la suma del trabajo realizado sobre la fuerza de cargay al trabajo perdido debido a la fricciónel mismo Y, por lo tanto, el trabajo de salida es En consecuencia, las máquinas irreversibles lo son, porque el trabajo que se disipa debido a la fricción es mayor que el trabajo realizado por la fuerza de carga intentando mover la máquina hacia atrás, incluso sin una fuerza aplicada.Los cojinetes que forman el punto de apoyo de una palanca y que permiten girar a ruedas y poleas sobre sus ejes son ejemplos de pares cinemáticos, formando una junta articulada.Del mismo modo, la superficie de un plano inclinado y la cuña son ejemplos de un par cinemático denominado junta deslizante.El tornillo se identifica generalmente como un tipo propio de par cinemático, denominado unión helicoidal.Enlaces adicionales pueden conectarse para formar un simple mecanismo de seis barras, o en combinaciones tan complejas como las necesarias para diseñar un robot.Sin embargo, un planteamiento más fructífero fue ideado por Franz Reuleaux, que recogió y estudió más de 800 máquinas elementales.Se dio cuenta de que la palanca; la polea; y la rueda y el eje; son, en esencia, el mismo dispositivo: un cuerpo que gira alrededor de una articulación.
Tabla de máquinas simples ( Cyclopædia Chambers , 1728). [ 1 ] Las máquinas simples proporcionan un vocabulario para la comprensión de las máquinas más complejas .
En la palanca se cumple que D 1 x F 1 = D 2 x F 2
Imagen con la descripción de una noria combinada con un torno para izar cargas en una mina
Ejemplo de máquina simple. Esquema del funcionamiento de una palanca utilizada para sacar agua de un pozo
Palanca utilizada para sacar agua de un pozo (el brazo opuesto posee un contrapeso para minimizar el esfuerzo que requiere izar el cubo lleno de agua)
La capacidad autoblocante del tornillo es la razón de su amplio uso para sujetar entre sí todo tipo de piezas, como los pernos utilizados en mecánica o los tirafondos en carpintería
Ilustración de un mecanismo de cuatro barras de la obra Kinematics of Machinery (1876)
Animación del movimiento del mecanismo de Klann