Lupión
Hasta esta zona llegaron muchas de las civilizaciones que poblaron el sur peninsular.Se asentaron aquí primeramente porque era el final del camino y una zona estratégica en su situación para continuar a pie hacia la meseta y al resto de la península por ser el único paso natural posible para acceder, al paso de Despeñaperros.Además de todo esto se dieron cuenta de que esta zona era rica en plata, lo que supuso un activo e intenso comercio enviando a Roma aceites, cereales, lanas, plata, cobre y plomo.Lupión y su entorno, por sus afables condiciones naturales, seguro que siempre estuvo habitado incluso en el paleolítico.Su planta alcanza la forma cuadrada en la parte interna, la más antigua, lindera con el patio de armas, mientras que la exterior, que da a la calle, es redonda, tal vez porque se reformó posteriormente para evitar los efectos destructivos de la artillería.El acceso de la nave al presbiterio se enfatiza con un gran arco toral apuntado con baquetones y capiteles góticos ornamentados con nardos.Como contraste por su contemporaneidad está la sacristía, que se sitúa al principio del lateral izquierdo, equilibrada, en la parte opuesta, por una capilla.A los pies se levanta el coro sobre columnas salomónicas, antepecho con balaustres también de madera y tres arcos carpaneles.Dos caños sobre piletas troncocónicas invertidas dan agua y se decora con una cerámica con iconografía religiosa.