Luis de Córdova y Córdova

Sirvió con brillantez en los primeros grados del escalafón, prestando servicios en navegaciones, comisiones y acciones de guerra que merecieron la aprobación de sus superiores y el aprecio del rey Felipe V.En 1730 fue elegido para escoltar al infante Carlos de Borbón en su viaje a Italia.Este mismo año tomó parte en las luchas contra los piratas argelinos en el Mediterráneo.[2]​ Hecho una criba arrió su bandera y hubo que quemarlo al no poderse utilizar.Al final no hubo desembarco, y los hechos dieron la razón a los españoles.Preguntó el almirante francés a Mazarredo de dónde provenía semejante previsión y el mayor general le enseñó los barómetros marinos que los buques españoles habían empezado a usar cuando aún no los tenían los aliados franceses.En aquella época, Luis de Córdova ya tenía 73 años de edad, y muchos franceses opinaban que, si bien en el pasado había sido un buen oficial, ya era muy viejo y le fallaba la cabeza.Este golpe logístico ha quedado como el mayor sufrido en toda la historia por la Royal Navy: capturó uno de los más grandes y ricos convoyes que partió jamás de Portsmouth.Pese a la persecución de que fue objeto por parte de las fuerzas navales enemigas, que constituían la protección más lejana del convoy, logró conducir sus presas a Cádiz, lo que tuvo gran eco en la prensa de la época y le convirtió en un héroe del momento.En los incendios y voladuras de estas pesadas baterías, en teoría insumergibles e incombustibles, con circulación de agua "como la sangre por el cuerpo humano", hubo 338 muertos, 638 heridos, 80 ahogados y 335 prisioneros.Los barcos permanecían en el mar y sólo tomaban refugio en Algeciras con tiempos duros.En el temporal se perdió un navío español, el San Miguel, arrojado por la tempestad bajo los mismos muros de Gibraltar, y otros barcos españoles sufrieron muchas averías.
El rey Felipe V.
El navío Santísima Trinidad con sus cuatro puentes y 136 cañones. Museo Naval de Madrid .
El rey Carlos III.
Castillo de Brest.
Gibraltar.