Luis Scafati

A ese respecto, Scafati dirá más tarde: «Yo pasé por el cómic como un relámpago, casi.

Entré a Bellas Artes, accidentalmente, pero mi intención era hacer historietas.

(...) hice muy poca historieta, porque descubrí que se podían decir muchas más cosas con el humor".

[2]​ En su adolescencia realizó un curso de dibujo por correspondencia en la famosa Escuela Panamericana del Arte.

Era un chico taciturno, con lentes y demasiado flaco, con una timidez espantosa que no me dejaba hilvanar tres palabras.

Su maestro, Dardo Retamoza, artista pintor que lo incentivó en su interés por la pintura y la literatura, fue determinante en la decisión de seguir esa carrera.

Al ingresar a la Escuela Superior de Bellas Artes Sus más destacados profesores en la facultad de Arte fueron Beatriz Capra, Luis Quesada, Luis Comadrán, Ángel Oliveros, Edgardo Robert y Zdravko Duchmelic.

Es allí donde conoce a Marta Vicente, que será el amor de su vida y con quien tendrá tres hijos: Matias, médico, Florencia, artista plástica, y Leonardo, músico.

Son muchas las intervenciones, exposiciones colectivas y personales que por entonces realiza.

Son años fecundos: el hipismo, los Beatles, el Che, Mafalda, Julio Cortazar, Francis Bacon, Federico Fellini, Leonardo Favio eran hitos ineludibles que dejaron su marca en la obra de Scafati.

También por esos días publica sus dibujos de humor en revistas humorísticas como Hortensia, Mengano, El Ratón de occidente, Pitos y Flautas y La cebra a lunares.

En 1977, se radica junto a su familia en Buenos Aires,[5]​ instalándose en el barrio de Caballito.

Allí entra como ayudante en el taller del reconocido artista gráfico Roberto Páez.

«Roberto era un filósofo visual, tenía el don de la observación, sabía ver en todos los sentidos.

Cuando yo entraba en su taller, entraba en otro mundo, abigarrado de juguetes antiguos, muñecas destripadas, raros objetos que encontraba en la calle y los colgaba en la pared como un trofeo, para algún día usarlos de modelo, podía ser una pierna ortopédica, una jaula aplastada, un sillón desfondado.»[6]​Asiste también al taller de Aída Carballo interesándose en el aguafuerte.

Scafati comienza a publicar en diversos medios, ajustando su estilo de dibujo y llevándolo hacia la gráfica.

En revistas como Tía Vicenta y Humor registrado encuentra un generoso espacio para sus trabajos, que firma con el seudónimo Fati.

Publicado inicialmente en Argentina en 1997 por las Ediciones de la Urraca, con traducción y prólogo de César Aira, el libro conocerá luego numerosas ediciones en España, Inglaterra, República Checa o Corea del Sur.

[8]​En esos años realizará también una novela gráfica a partir del libro La ciudad ausente, de Ricardo Piglia.

Porque trabajo con los materiales del arte plástico: manchas, líneas, curvas, colores.

Pero que ese dibujo esté en un libro, en un diario, o en un cuadro, es casi ajeno a mí.

Yo amo los libros y probablemente ésa sea la razón de que le haya dado tanta pelota a ese tema de mostrar y multiplicar mi trabajo, como en algún momento Durero multiplicaba sus dibujos con los grabados.

[11]​» En 2006 escribe y dibuja una versión de Drácula editada por Libros del Zorro Rojo.

Son numerosas las exposiciones que realiza en salas y museos de Buenos Aires como de otros países: Uruguay, Chile, Cuba, España, Alemania, Inglaterra, y Japón.

Indagando en diversos canales artísticos, en los años noventa incursiona en la escultura, realizando tallas en madera policromada.

Años después amplia este encuentro con el volumen a través de la cerámica, asesorado por su hija, Florencia Scafati.

Vive y trabaja en Buenos Aires, junto a Marta Vicente, destacada artista plástica, aunque parte de su tiempo transcurre en Vistalba, un lugar cercano a la cordillera de los Andes.

Sus trabajos han sido publicados en Argentina, Corea, España, Francia, República Checa, Inglaterra, Grecia, Italia, Brasil y México.

Sudamericana Hermann Hesse para principiantes, de Gonzalo Carranza, Ed.

En 1981 obtuvo el Gran Premio de Honor en el Salón Nacional de Dibujo, la mayor distinción que puede otorgarse a un dibujante en Argentina.