Cerca a los 25 años, cuentan que se enamoró perdidamente de Zoila Tapia, una joven pastora (a la que, según creen algunos, habría llamado cariñosamente "Andarita", nombre atribuido equivocadamente a una flor silvestre que crecería en el noroeste de Perú) y formó vida conyugal con ella.
Luis Pardo, huyó de la cárcel y desde ese momento fue constantemente perseguido por la justicia.
La aparición de Luis Pardo Novoa, motivó el temor entre los hacendados y mineros.
Bastaba la más ligera indicación de que en tal hacienda se hubiera cometido un abuso contra algún indígena, para que Luis Pardo y su “banda” se hicieran presentes, conminándolos a dar trato justo a los trabajadores.
Río abajo, su cuerpo fue recogido por los pobladores, y a la llegada de los gendarmes, un alférez sacó su revólver y disparó a su cabeza, lo que motivó el reclamo de los pobladores presentes.
Años más tarde, bajo la gestión del subprefecto Francisco Moreno Descalzi, recién se pudo aniquilar el último reducto de aquellos rebeldes.
La figura de Luis Pardo ha sido tratada por escritores, compositores y poetas como: José Diez Canseco, Enrique Cornejo Villanueva, Alberto Carrillo Ramírez, Rubén Barrenechea Núñez, Manuel Justo Arredondo, Raúl Zárate Aquino, Julio Rosas Olivera Oré, Alfredo Grados, Darío Mejía, Pedro Arana Quiróz, Filomeno Zubieta Núñez, Vidal Alvarado Cruz, Mario Reyes Barba, Alejandro Aldave Montoro, Héctor Gamarra Espinoza, Mauro Aquino Albornoz, Guillermo Pardo Novoa, Sonia Pardo Loarte, Luis A. Ramírez S., Bernardo Rafael Álvarez, entre otras pródigas plumas que le han escrito semblanzas, cuentos, poemas, dramas, canciones e himnos.
En 1929 se filmó la película Luis Pardo con la dirección de Enrique Cornejo Villanueva.
Este filme terminó de consagrar a Luis Pardo como un luchador social y una figura romántica.
Se adaptaron las estrofas primera, quinta, novena y última, para crear el vals peruano Luis Pardo, también conocido como La Andarita.
Con el correr del tiempo, los versos del vals Luis Pardo o La Andarita, de Gamarra y Arredondo, fueron cambiados, en parte, por los intérpretes, por lo que se puede encontrar ligeras diferencias en la versión antigua y la que se canta actualmente.
Todos los posteriores covers de este tema hechos años después por otros artistas, se basaron en esta legendaria versión.