En señal de protesta, los obreros pararon sus tareas y el Dr. Arédez fue reintegrado a sus funciones.
Sin embargo, una vez concluida la zafra, cuando los trabajadores volvieron a sus lugares de origen ―especialmente Bolivia― Arédez fue despedido en forma definitiva.
Trabajó allí un año y en 1960 regresó nuevamente a Libertador General San Martín, donde instaló su consultorio junto a su esposa Olga, que era odontóloga, ambos con un fuerte compromiso con los obreros de Ledesma.
[1] Durante su corta gestión levantó cinco mil viviendas y dotó de alta tecnología al hospital del pueblo.
[3] El Dr. Arédez ejerció su cargo apenas ocho meses, hasta que fue derrocado violentamente por orden del empresario Carlos Pedro Blaquier (1927-2023), el dueño del ingenio Ledesma, quien lo acusó de “infiltrado marxista-comunista”.
[6] Se estima que el Dr. Arédez fue asesinado en junio o julio de 1977.