[1] En 1995, llegó al Club Atlético Peñarol donde logró convertirse en ídolo de la afición aurinegra, debido a los logros de su equipo (obtuvieron un segundo Quinquenio para el club) y en especial la importancia de sus goles (marcó muchos goles clásicos ante Nacional).
Romero reclamaba una suma de dinero que debía cobrar según la cantidad de partidos que jugara, mientras Damiani se negaba a pagarle argumentando que no había cumplido el tiempo estipulado en el contrato, aunque la AUF falló a favor del futbolista.
Finalmente, Romero presentó una acción judicial contra Peñarol reclamando los 150.000 dólares que se le adeudaban,[2] y en el año 2003, el club fue embargado.
[4] Así, el futbolista vistió la camiseta de Nacional y el 5 de diciembre de 2004 disputó un nuevo clásico del fútbol uruguayo, esta vez contra el club que lo catapultó en su carrera deportiva.
La historia se revertía: Romero que tantas veces había sido vital para triunfos épicos de Peñarol sobre Nacional, ahora lo lograba desde la vereda de enfrente.