Lucio Meléndez
Su primer trabajo clínico, un caso de locura por anemia cerebral, fue publicado en 1876.Dicho momento concuerda con el nacimiento de lo que se dio en denominar «matriz disciplinar psiquiátrica» en la ciudad de Buenos Aires, en pleno siglo XIX.[6] Hasta ese momento, el hospicio, a decir de Meléndez, era un «depósito de seres humanos, sumidos en la más espantosa miseria» con «calabozos húmedos, oscuros y pestíferos, sin otra cama que el desnudo y frío suelo» en los que yacían, «aglomerados, los pobres alienados».Los alienados permanecían encadenados y durante la noche encerrados bajo llave, cuando todo el personal se retiraba.Meléndez, al mejor estilo Pinel, les quitó las cadenas a los enfermos mentales e inauguró un nuevo ciclo en la historia de la psiquiatría moderna, intentando el tratamiento moral.Su interés se centraba en encontrar soluciones a implementar, desde el estado, en materia de salud pública.Se interesó por el problema de la alienación y la locura.Fue muy prestigioso y reconocido por sus colegas argentinos e internacionalmente, teniendo sus ideas gran difusión.Meléndez es considerado «el primer gran clínico de la locura y el principal promotor de la secuestración del alienado para que los recursos terapéuticos médicos y morales pudieran llevarse a cabo correctamente».