Louise-Charlotte de Duras

Cuando Victoria de Rohan fue reemplazada como governanta de los Infantes de Francia en 1782, Louise-Charlotte y Laure-Auguste de Fitz-James, princesa de Chimay, fueron consideradas como las dos candidatas más apropiadas para el cargo, si bien María Antonieta rechazó a ambas: a Laure-Auguste por ser excesivamente religiosa y a Louise-Charlotte por considerarse académicamente inferior a ella, eligiendo en su lugar a Yolande de Polastron.

Según testimonios, María Antonieta se sentía inferior en comparación con Louise-Charlotte debido a su gran conocimiento y nivel académico, motivo por el cual no se sentía cómoda en su presencia, por lo que su relación era más profesional que amistosa, si bien la reina sentía respeto hacia ella, siendo de Duras la encargada de corregir a la reina cuando ésta cometía un error, como cuando María Antonieta quiso asistir al teatro al día siguiente del fallecimiento de su amiga Thérèse-Lucy de Dillon, lo cual le reportó una mala publicidad.

Durante la visita de José II a Francia en 1777, María Antonieta solía elegir a de Duras para acompañarla durante sus visitas, con la intención de que una dama intelectual causase una impresión favorable al emperador en comparación con el resto de damas de la corte, con quienes José había sido muy crítico.

La duquesa se retiró junto con sus padres al Chateau Mouchy-le-Châtel, en Oise, en septiembre de 1792.

El 6 de octubre, Louise-Charlotte fue transferida a Beauvais y, posteriormente, a Chantillí, siendo sus progenitores transferidos a la prisión de La Force diez días después.