Fontanes fue un moderado reformador y en 1790 llegó a ser editor adjunto del Modérateur.
En el Memorial, una revista editada por Jean-François de la Harpe, abogó discretamente por la vuelta a la monarquía.
Fue exiliado por el Directorio y marchó a Londres, donde se asoció con Chateaubriand.
Volvió a Francia y declaró su admiración por Napoleón, quien le encargó escribir un elogio de George Washington.
El verso de Fontanes es refinado y musical al estilo del siglo XVIII.