Louis Le Pelletier

Además de los estudios ordinarios, aprendió griego y hebreo por su cuenta, y cuando la orden le trasladó a la abadía de Saint-Mathieu de Fine-Terre, en Bretaña, aprovechó para estudiar la lengua bretona.

Simultáneamente ejerció como capitán de guardacostas, colaborando con las autoridades en la vigilancia del litoral francés.

Su mayor y casi única obra fue un diccionario etimológico de la lengua bretona titulado Dictionnaire de la Langue Bretonne, où l’on voit son Antiquité, son Affinité avec les anciennes langues, l’Explication de plusieurs passages de l’Ecriture Sainte, et des Auteurs profanes, avec l’Etymologie de plusieurs mots des autres langues, cuya composición le llevó 25 años.

Tras su muerte, lo intentó Pierre-Hyacinthe Morice de Beaubois, pero fallecido también éste, fue Charles Taillandier quien finalmente la sacó en París en 1752.

Dejó escritas también unas notas críticas a la edición que Jean Martianay había hecho de las obras de San Jerónimo.

Portada del Diccionario de la lengua bretona .