Fue diputado durante 28 años y presidente de la cámara en la Asamblea del Bajo Canadá durante 22 años, mostrándose al principio monárquico liberal en la línea de Edmund Burke, pero evolucionando rápidamente hacia un liberalismo más radical.
Lo convenció de ello Ezequiel Hart, un judío que había demostrado su dedicación a la causa canadiense por haber recaudado dinero para apoyar a las tropas en el Bajo Canadá para ayudar en la defensa contra los Estados Unidos.
Tras la amnistía, fue elegido en 1848 al nuevo parlamento del Canadá Unido en el Condado de San Mauricio.
Republicano convencido esta vez, inspirado en las repúblicas de Estados Unidos y Francia, que conocía personalmente, sostuvo el movimiento anexionista.
En 1856, profetizó un Nuevo Mundo republicano, humanitario y multilingüe, formado por naciones confederadas desde el Polo Norte a Tierra del Fuego.