Los pasos de López

Este drama sirve de base a la novela prácticamente en todo, excepto por variantes muy elementales: Por ejemplo, aunque se sabe que se trata de los mismos personajes históricos y la misma trama, Ibargüengoitia utiliza nombres falsos, humorísticos.

Al igual que con los personajes, el autor ubicó los lugares y los eventos reales con otros nombres, dando importancia en caracterizar al protagonista y sus acciones de guerra, para el desarrollo de la historia.

Todos ellos conforman La Junta, los cuales, según el razonamiento de Diego, podrán proclamar "pacíficamente" la independencia de la Nueva España; contrarios a esta idea -es decir, a que será la opción armada la que garantizará el éxito- son Periñón, Ontananza, Aldaco y el propio Matías Chandón.

Además, logra conocer geográficamente la región y otros contactos útiles para la causa: Periñón, aprovechando su amistad con el intendente Berretaga, consigue que pasen unos días en casa de este, un libro sobre cañones y conocer la ciudad de Cuévano.

Aunque el padre Pinole es quién le otorga la extremaunción, este no es digno de confianza por su fama de chismoso, cosa que se comprueba cuando va a comunicárselo a Diego.

Por su parte, el capitán Adarviles, quién lo había visitado minutos antes de su muerte consciente del arrepentimiento del cura, cree que Concha ha desbaratado la conspiración y procede a delatarse ante el alcalde Ochoa -español- a cambio de inmunidad.

Manubrio, quien jugaba ajedrez todos los días con Ochoa, resulta clave en atrapar a la Junta: Por una indiscreción previa de Matías Chandón, deduce quiénes podrían ser los sublevados.

Periñón realiza el "Grito de Ajetreo", Ontanaza y Aldaco hacen lo propio en Muérdago, así como la gente que Chandón había reclutado durante la leva.