El título hace referencia al círculo de políticos y religiosos intrigantes cercano a la joven reina Isabel II, en busca de sus influencias, obsesiones y caprichos.
[a][3] En este episodio, Galdós deja en un segundo plano a José García Fajardo, y el hilo narrativo del folletín galdosiano gira en torno a Lucila Ansúrez «Cigüela», alias La Celtíbera, rotundo personaje de clara significación simbólica,[4][2] «el ideal simbólico de nuestra querida patria»,[5] encarnado en una mujer.
Una parábola literaria de la España matriarcal asediada en la trama que fabula el autor por las fuerzas reaccionarias, en forma de monja palaciega:
En este contexto de siniestros personajes religiosos, también sobresale la envoltura novelesca de personajes reales como sor Patrocinio, asesora espiritual de la reina Isabel y su marido, y el cura liberal Martín Merino.
Los críticos han destacado la madurez de Galdós en esta novela, que a los sesenta años de edad construye el que Ortiz-Armengol considera «uno de los Episodios más densos y conseguidos (...) espléndida novela (...) donde se traban los símbolos y los caracteres para dar una obra maestra».