Los caifanes (película)

La lluvia y la búsqueda de un lugar más propicio para la intimidad los hacen recurrir a un coche aparentemente abandonado.La creación de compañías productoras como Cinematográfica Marte y Cinematográfica Marco Polo también contribuyó a brindar oportunidades a nuevos directores, gracias al "truco" de hacerlos filmar cortometrajes con apoyo del STIC -el otro sindicato cinematográfico- para luego unirlos en un largometraje.[cita requerida] Los caifanes fue una película en la que convergieron varios de estos elementos renovadores.Filmada en cinco episodios, sin que en ningún momento se pierda la continuidad narrativa, la cinta fue dirigida por Juan Ibáñez, joven director teatral que había debutado en el cine con Un alma pura (1965), uno de los cinco cuentos que integraron el largometraje Amor, amor, amor (1965), ganador del tercer premio en el primero de los concursos de cine experimental.[5]​ La palabra caifán es un mexicanismo, no muy usado en la época actual y casi restringido a la Ciudad de México, por lo que su definición se vuelve huidiza.Según Carlos Monsiváis, quien también aparece en esta película, proviene de los mexicanos avecindados en California, conocidos como pachucos, que mezclan las palabras en español e inglés "cae fine", que cae bien, "caifan".