De acuerdo con la narración, este lobo europeo era un depredador que había devorado tanto animales como personas.
Presentaba tal ferocidad que nadie se aventuraba siquiera a salir de la ciudad.
Aunque en general el lobo tiene carácter tímido en su trato con los seres humanos, es posible que el simbolismo antedicho haya tenido como germen la ocurrencia de ataques reales.
El santo, confiado en el poder que atribuía a Dios, rehusó temerle al lobo y lo confrontó con sus crímenes.
El animal debería ser castigado pero el santo rectificó la situación haciendo un pacto de paz con el lobo.
[16] En la poesía, Rubén Darío se refiere al animal como el lobo de Gubbia.
[19] La balada hace referencia a la versión dariana de la historia, el poema titulado Los motivos del lobo.
Así es como solucionó situaciones de litigio graves en Bolonia, Arezzo, Siena y en su ciudad natal, Asís.