El territorio comunal tiene una extensión de 91,48 km² y se encuentra en los límites sudorientales de la Toscana, entre la ribera izquierda del Tíber y los Alpe della Luna.
La industria incluye manufactura, comida y productos farmacéuticos.
De acuerdo con la tradición, la ciudad fue fundada alrededor del año 1000 por dos peregrinos (Arcano y Egidio), quienes instituyeron aquí un oratorio (donde hoy está la catedral) durante su regreso de Tierra Santa.
Las primeras menciones históricas son un poco posteriores, refiriéndose a la abadía benedictina construida en ese periodo.
Entre quienes lo rodearon están el Ducado de Milán, los Malatesta y luego Florencia.