Esta pintura fue exhibida por vez primera en la Royal Academy en 1844, aunque pudo haber sido pintada con anterioridad.
[2] Aun así, no se trata de ningún homenaje al ferrocarril ni a la revolución industrial.
El propósito del GWR fue inicialmente conectar Bristol con Londres; su ingeniero jefe era Isambard Kingdom Brunel.
[3] A través de empastes se logra reflejar el humo del ferrocarril y el aire mismo.
Los elementos sólidos (el tren, el puente) apenas están insinuados, desaparecen en la atmósfera neblinosa e irreal del cuadro.