Llissá de Vall

Si bien los registros arqueológicos han dado también la presencia de poblados ibéricos concentrados en pequeños oppidum fortificados en la zona del Vallès y de La Vall del Tenes no es hasta la romanización que los agricultores ibéricos bajaron en las zonas más planas, instalándose libremente o en dependencia de algunos propietarios colonizadores romanos recién llegados.Con la dominación visigótica, el régimen agrario de las villas romanas no cambió mucho.A partir del siglo XI, con el feudalismo, se experimentó un cambio social en el que las comunidades campesinas perdieron su autonomía y fueron subordinándose a un poder más fuerte, ya fuera religioso o militar.La aparición de las epidemias fue constante por todo el país y provocaron una gran mortandad.A partir del siglo XVI la población de la comarca se fue recuperando progresivamente hasta el siglo XVIII, debido a factores como el avance de la medicina, las mejoras higiénicas y las mejoras en la alimentación que permiten disminuir las mortalidades catastróficas.Durante el época Moderna la agricultura continuó siendo la base de la economía y experimentó un crecimiento muy importante.En la Guerra de Sucesión la mayor parte del Vallès se decantó por la causa austracista.Posteriormente, la restauración borbónica abrió una etapa de estabilidad política donde las clases burguesas pudieron consolidar su desarrollo económico.Sin embargo, el nivel educativo en general era bajo y la tasa de alfabetización femenina era la mitad que la masculina.El siglo XX se inició sin grandes cambios generales para Llissá de Vall.Después de una guerra sangrienta la dictadura del general Franco consolidó una durísima represión.La política del Ayuntamiento, lleno de deudas, fue estrictamente controlada por el régimen y todos los miembros del consistorio, así como todas aquellas personas que ocupaban un cargo público, debían jurar fidelidad al dictador y adhesión a los principios de la Falange.La agricultura se mantuvo como la actividad económica predominante hasta los años sesenta, cuando pasará a serlo la industria por su posición estratégica cerca de núcleos urbanos importantes y sus conexiones.Si en fijamos en el paisaje lliçanenc se encuentra fuertemente urbanizado e industrializado, sobre todo en la zona sur, donde los baldíos alternan con las fábricas y los cultivos son residuales.No se ha descubierto si estas ruinas arqueológicas pertenecen a una torre de defensa o al castillo entero.Los terremotos que hubo entre los años 1313 y 1427 también podrían haber afectado la construcción, tal como ocurrió con las edificaciones de la iglesia.El edificio actual es de estilo neorrománico, aunque las portadas son renacentistas.De lo que fue párroco durante más de cuarenta años, la segunda mitad del siglo XX, mosén Joan Masó y Cabot, se conservan las cenizas en la cripta que hay bajo el altar mayor.El año 1600, en la planta baja de la torre, se bendijo una capilla dedicada a San Juan, la cual reemplazó la antigua capilla de San Juan que existía desde el s. XI.Esta capilla contiene pinturas murales de los mártires, realizadas en 1963 por el pintor, escultor y ceramista Matias Palau Ferré.También es posible acceder a él desde las vecinas poblaciones de Parets del Vallès y Lliçà d'Amunt.En transporte público hay varias líneas regulares de autobús operadas por la empresa Sagalés.Hasta los años sesenta la principal actividad económica del pueblo fue el agricultura.Se guarda documentación histórica y de gestión administrativa del ayuntamiento.Es situada en los bajos del Casal Social y en 1999 fue ampliada ocupando el antiguo almacén de la brigada municipal.Desde el año 2009 es donde gestionan las diferentes acciones y servicios dirigidos específicamente a jóvenes.Se adquirió en marzo de 2017 por el ayuntamiento y ya desde el primer momento se han utilizado jardines y exteriores para hacer todo tipo de actividades.El cementerio ha sufrido diferentes ampliaciones y remodelaciones a lo largo de los años actualizándolo, según los usos del momento.Es un centro sociocultural abierto, polivalente y un espacio de encuentro para iniciativas sociales.
Iglesia de San Cristóbal