La actividad humana ha sido significativa para la constitución actual del paisaje, especialmente a través de la producción ganadera.
Su formación se remonta hasta el periodo Cámbrico, durante la Era paleozoica.
El río Tajo y sus afluentes, como el Tamuja o el Almonte han ido erosionando el terreno hasta conformar la llanura actual.
[2] Con la elección del alcalde Rafael Mateos del Partido Popular, se optó preservar la integridad de la ZEPA y respetar los derechos mineros, por lo que el ente religioso compró un terreno en otro sitio, pasando el proyecto religioso a ser privado, ya no público.
[3] Al norte, los ríos Tajo y Almonte se interponen ante las estribaciones de las sierras que nacen en Gredos y Villuercas, dando paso a terrenos menos abruptos.