Llancamil

Llancamil, también llamado Gregorio Yancamil o Yanquimil fue el último jefe ranquel en armas después de la Conquista del Desierto, campaña en la cual el Ejército Argentino quitó a los pueblos originarios más de 300 000 km² y destruyó las comunidades indígenas.

El propio Llancamil fue tomado prisionero,[2]​ y algunas fuentes mencionan que su familia fue enviada prisionera al norte del país, para debilitar su identidad indígena y para obtener mano de obra barata.

Logró reunir unas cuatrocientas personas y con ellas se dirigió a Victorica, un pueblo que había sido fundado ese mismo año cerca de Leuvucó, a pedir que les permitiesen vivir allí y –de ser posible– recibir un terreno donde residir.

Más tarde, el parte oficial elevado a la superioridad informaría que los doscientos militares armados con armas de fuego habían sido atacados por setenta hombres con lanzas,[4]​ mientras que en una entrevista, el propio Llancamil, ya anciano, afirmó que fue un choque a cuchillo y boleadoras entre diecisiete indígenas y veinticinco soldados.

[5]​ Llancamil logró huir y salvar la mayor parte de las familias que había querido proteger.