Xander está deseando entrar en acción, ya que vivir en el sótano de sus padres no le sienta bien.
Kathie llega con un jersey de Buffy y se sienta en la mesa con ellos.
Por la noche los dos monstruos están reunidos alrededor de una hoguera y confirman que tenían razón: Buffy era la Elegida.
Buffy, fuera de sí, le declara la guerra abierta a Kathie.
Buffy le cuenta sus problemas con Kathie a Oz, que se queda más preocupado por ella.
Buffy le arranca un trozo de cara y bajo su piel humana resulta ser demonio como los otros.