Literatura sueca de Finlandia

Adolf Ivar Arwidsson fue el iniciador del romanticismo en Finlandia, aunque defensor radical del principio de nacionalidad tuvo que exiliarse a Suecia, otros autores de la época fueron Johan Jakob Tengström y Gabriel Linsén.

Bertel Gripenberg se abre al estilo simbolista europeo y acabará convirtiendo su poesía en militantemente nacionalista.

La I Guerra Mundial trajo un cambio de estilo en los autores que adoptan por primera vez en Escandinavia el modernismo que venía del sur, Edith Södergran fue su primera gran representante, su poesía adopta el ritmo libre, el recurso a la imagen, la supresión de la rígida frontera entre la lengua popular y la literaria.

Le siguieron autores como Elmer Diktonius o Gunnar Björling, quien renovó radicalmente su estilo poético.

Entre los últimos autores cabe destacar a Kjell Westö, Mikael Bäck y Thomas Wulff.

El establecimiento de la Academia de Turku fue fundamental para dinamizar la expresión cultural finlandesa que en ese tiempo se desarrollaba principalmente en sueco.