Los sistemas montañosos de España son muy numerosos y ocupan casi la mitad del territorio nacional.
Los Pirineos (en el límite nordeste del país, haciendo frontera con Francia) y los Sistemas Béticos (en el sureste) son las cordilleras más elevadas y se sitúan fuera de la Meseta Central.
Rodeando esta, está la cordillera Cantábrica en el norte, el Sistema Ibérico en el este, y Sierra Morena en el sur.
Destaca también el relieve insular de las Islas Canarias, que conforma un verdadero complejo montañoso de origen volcánico que surge desde los fondos oceánicos.
Cabe destacar los Picos de Europa en el Noroeste.