Liga Nacional Antimasónica y Antisemita

El principal apoyo lo recibió de veintidós obispos católicos mediante cartas publicadas en El Previsor.

[2]​[1]​ "Las fuentes que citan los artículos son Drumont, Kannengieser, Action Française y otros antisemitas franceses, destacando la Revue internationale des sociétés secrètes, de monseñor Ernest Jouin".

En una serie de artículos sin firma titulada "Donde debe buscarse el secreto masónico" se afirmaba que la masonería era un instrumento de los judíos para destruir el catolicismo y establecer "el imperio mundial judío".

[3]​ Además en la revista se pide que la gente sólo contrate o compre a empresas católicas, libres de influencia masónica o judía.

Uno de los eslóganes dice: «No os fiéis del comerciante o industrial que niegue su adhesión a la LIGA ANTIMASÓNICA Y ANTISEMITA…».