Hunyadi era el noble con más propiedades, poder e influencia en el reino húngaro para su época, habiendo dirigido innumerables batallas contra los turcos, contando con prestigio y reconocimiento del papado, habiendo sido nombrado "Athleta Christi".
Viajando a Belgrado, la ciudad recientemente defendida contra los turcos por el fallecido Juan Hunyadi, bajo circunstancias poco claras, Ulrico fue asesinado.
Si bien la familia húngara intentó hacer jurar al rey que no tomaría represalias, una vez estando en su corte a salvo, Ladislao V hizo arrestar y ejecutar a Ladislao Hunyadi en marzo de 1457.
En noviembre de 1457 finalmente hubo un vuelco importante en las estáticas negociaciones: el rey Ladislao V murió en Praga (según algunos, envenenado por el regente Jorge Podiebrad que posteriormente se hizo coronar rey de Bohemia).
Tras su coronación, su tío Miguel intentó mantener una regencia sobre el reino nombrándose tutor del joven rey húngaro, pero para su sorpresa al poco tiempo Matías declaró no necesitarlo y asumió el control absoluto del reino.