En Baja California, el rango de la boa rosa está en toda la península, exceptuando las áreas extremadamente secas o sin rocas del desierto.
La tendencia a largo plazo (últimos 200 años) no se conoce con precisión, pero la distribución y la abundancia probablemente han sufrido una modesta disminución.
Por ejemplo, las poblaciones se han reducido considerablemente en las cercanías de la Ruta 85 en el Monumento Nacional Organ Pipe Cactus.
Durante la mayor parte de su duración, el invierno es suficientemente frío para que la boa rosada vaya a un estado inactivo llamado Dormancia.
Otra de las razones para que las boas rosas sean activas en la superficie del suelo, es para encontrar presas o territorios nuevos.
La actividad en la superficie de las boas rosadas pueden tomar lugar en cualquier hora del día, pero durante el clima caluroso, ellas optan por la Nocturnidad.
Ellas son incapaces de perseguir a sus presas y muchas tampoco esperan emboscadas o acechan sus comidas.
Cuando una presa está al alcance, generalmente a unos centímetros, la boa rosada golpea con una sorprendente velocidad y precisión.
La presa es atrapada con pequeñas hileras de dientes afilados, como agujas, luego es sofocada por la constricción.
Su docilidad, pocas necesidades, y atractiva coloración han hecho de las boas rosadas populares en el herpetoculturismo.
El epíteto concreto trivirgata se refiere a las tres distintas rayas características de las especies.
Más recientes investigaciones filogenéticas apoyan la disposición original, pero herpetólogos todavía siguen unificados en la taxonomía de la boa rosada.