Tenía paridad con la libra esterlina, con la libra francesa, con los dólares españoles y las piastras mexicanas, por lo que la libra bajocanadiense se subdividía en 20 chelines (240 peniques) o en 480 sous y equivalía a 4 dólares o 4 piastras y por ello circularían a la par pero por la escasez de numerario de las de la metrópoli y a falta de autorización de producir monedas propias, se acuñaron fichas bancarias privadas o bank tokens (en inglés) a partir de 1835.
[1] También pasaron a Terranova la de Anticosti y la Costa de Labrador en 1809, aunque el Bajo Canadá recobró Anticosti y Magdalena en 1825.
[2] Al separarse dicha provincia en Bajo y Alto Canadá, ambas usaron los «tokens del Barco» desde 1810,[3] que circuló a la par de que se emitiese el primer papel moneda de la libra bajocanadiense en 1817[4] pero como estaba con paridad con el dólar español se siguió utilizando con el dólar del ancla de la América británica que circuló hasta 1831,[5] por comenzar a utilizarse el nuevo chelín colonial hasta 1835.
[6] En este último año el Bajo Canadá acuñó sus primeros tokens propios y con la unificación con el nombre de Provincia Unida de Canadá, la nueva moneda fue llamada libra canadiense desde 1842, circuló en ambas provincias hasta 1849, cuando el Alto Canadá se separó, y volvieron a las libras propias hasta 1858,[7] cuando las dos provincias unidas otra vez crearon definitivamente el dólar canadiense.
[5] Inicialmente también circularon en la vecina colonia del Alto Canadá hasta que en esta se prohibió en el año 1825.