De época romana destaca la muralla tardorrepublicana y el foro de la colonia romana mencionada por Plinio el Viejo (NH, III, 25), mientras que del oppidum ibérico adscrito a la regio oretana por Ptolomeo (II, 6, 58) sobresale su fase final.
Y si esta fase es importante es debido a su excepcional estado de conservación, motivado por una destrucción repentina, que se ha relacionado con las guerras sertorianas (82-72 a.C.
Aunque no existan fuentes literarias que avalen la filiación del enclave libisosano en este conflicto, cuando en el 75 a.C.
Más adelante, posiblemente a mediados del s. I d.C., cuando probablemente ya estaba en mal estado el torreón oeste, se cerró esta puerta, dejando solo una poterna.
[28] Tras un hiato de difícil localización arqueológica, el antiguo oppidum oretano experimentará un salto promocional definitivo, con su conversión en la colonia Libisosa Foroaugustana, a la que Roma otorgó, tal y como se desprende de la lectura de Plinio el Viejo (HN, III, 25), el ius italicum, la más alta consideración jurídica, quizás como premio para fijar la población en esta zona tan estratégica.
[29] La ciudad mantiene su vitalidad durante el Alto Imperio, especialmente en el siglo I, a tenor de los materiales hallados.
Más tarde, durante el siglo XV, Lezuza se verá involucrada en los conflictos entre el marquesado de Villena y los Trastámara.