[1] Como personaje tipo ha sido frecuente en la narrativa, la dramaturgia y la filosofía, dando cuerpo a diversos modelos de depravación, promiscuidad y hedonismo, o al cortesano y el filósofo escéptico o pirrónico del siglo xviii.
Algunos contextos llegan a relacionar al libertino con el nihilista más descreído.
[2] En castellano, libertino proviene del latín libertīnus que significa «hijo del liberto»; es decir, el hijo de un esclavo romano que había comprado la libertad a su patrón.
En la cultura anglosajona se relaciona con el rake-hell, el que aviva los fuegos del infierno, en la raíz etimológica del nórdico antiguo reikall ("vagabundo"), adaptado en Inglés medio como rakel.
[cita requerida] Durante el período de la Restauración inglesa (1660-1688), se usaba el término libertino (rake) para describir al aristócrata desenfadado e ingenioso, sexualmente irresistible y tipificado por los cortesanos del rey Carlos II; ejemplarizado en John Wilmot o Charles Sackville, que inspirarían personajes de la comedia de la Restauración de los años 1660 y 1670.