La leyenda de la Vera Cruz (en italiano conocido como Leggenda della Vera Croce), es un ciclo de frescos considerados la obra maestra del pintor Italiano Piero della Francesca.
Interrumpió su obra para acudir a la llamada papal en Roma, donde entraría en contacto con pintores españoles y flamencos gracias a los cuales adquirió una nueva consciencia para la representación de los fenómenos atmosféricos realistas.
Los frescos se disponen en tres niveles sobre las paredes laterales y el fondo.
En la composición emplea magistralmente la perspectiva geométrica, equilibrando muy bien la distribución de las masas sobre el plano pictórico.
Estas características son las que hacen de él un precursor del Alto Renacimiento.
[3] Algunas escenas bíblicas como la Anunciación, son incluidas en el tema de este ciclo por iniciativa del pintor.
Sus figuras, "silenciosas y dignas, desprovistas de emoción, se armonizan con la arquitectura".
[5] Los paisajes son claramente los de la Toscana (Arezzo que representa Jerusalén, colinas, vegetación...).
En El sueño de Constantino (episodio V) Piero realiza "una escena nocturna en la que una fuente luminosa visible produce sombras proyectadas, reflejos y contrastes".