De acuerdo con el Artículo 1, para instaurar un servicio civil "nacional y profesional", debían ser cesados aquellos miembros pertenecientes a ciertos grupos del funcionariado.
[1] Mientras estuvo en vigencia, los funcionarios de origen "no ario" fueron sometidos a jubilaciones forzosas.
No obstante y a pesar de a quienes iban dirigidas las leyes, el Presidente Paul von Hindenburg se opuso al edicto hasta que se incluyeron tres enmiendas en las que quedaban excluidos:[4] Adolf Hitler dio su visto bueno y la ley entraría en vigor a partir del 7 de abril de 1933.
[5] Albert Gorter redefinió el término "ario" en el párrafo correspondiente: Aun así, muchos consideraron esta definición de inaceptable puesto que se incluían razas no europeas.
No obstante, en 1938 entró en vigor la "Siebente Verordnung zum Reichsbürgergesetz" (Séptima Ordenanza de la Ley de Ciudadanía del Reich - Ley Civil del Reich) que facilitaba el acceso a las mismas.