Levantamiento en Puebla y Oaxaca de 1828

3.- Finalmente, que los puntos acordados se impriman y circulen para el conocimiento de toda la nación, del Exmo.Como ninguna parte tocaba la federación, resulta absurdo e inadecuado para el caso, pues nadie trataba de destruir el sistema federal, sino unos deshacer la sublevación a favor de Vicente Guerrero y otros mantenerla.Guerrero, por el contrario, evitó que se exacerbaran las pasiones pues en los pocos días en que ocupó la secretaria de Guerra, se opuso abiertamente a los actos de persecución, dictando medidas prudentes para el restablecimiento del orden.Sin embargo, a pesar de todos esos fundamentos, el nombre del general Guerrero, era muy respetado y amado, quien era reconocido como “el patriota que había prodigado su vida en más de cien combates”.Advertido del movimiento el general Múzquiz, reunió la guarnición en la plaza, ocupando los puntos que le parecieron propios para resistir y resolviendo atacar a los sublevados tan pronto amaneciese.José María Tornel, en su Reseña Histórica, refiere un curioso suceso diciendo en pocas palabras: “El general Santa Anna meditó y realizó una empresa verdaderamente expuesta y digna de su viveza, que en tantos lances de su carrera le ha acarreado ventajas.Congregados ya los devotos, mandó cerrar las puertas, y exigió a los ricos una contribución que, sobrecogidos, pagaron muy pronto, y además recogió la limosna que para los Santos Lugares de Jerusalén mantenía en deposito el reverendo padre guardián del convento.Ya en Oaxaca, el coronel León, y Santa Anna, acompañado únicamente del capitán Benito Quijano, que le servía de secretario, marchó hacia Tehuacán y luego a Jalapa, donde reasumió la gubernatura del estado de Veracruz.