Leopardus garleppi
Este taxón fue descrito en el año 1912, originalmente como una subespecie de Felis (Lynchailurus) pajeros, por el zoólogo alemán Paul Matschie.[1] Etimológicamente, el término genérico Leopardus refiere a la misma palabra en latín, la cual viene del idioma griego leopardos, de leon, que es el nombre para el ‘león’ y pardos que es el del ‘macho de pantera’.[3] A partir del año 1999, varios análisis moleculares agruparon a todos los taxones en una única especie politípica con 7 subespecies; las otrora 3 especies conformarían en realidad sendos grupos de subespecies, cada uno integrado por un número variable de taxones trinominales, los que reflejaban la divergencia evolutiva encontrada.[4][5] Este arreglo taxonómico es el que ha prevalecido en la segunda década del siglo XXI, hasta que en el año 2020 se dio a conocer una publicación de Fabio Oliveira do Nascimento, Jilong Cheng y Anderson Feijó, quienes realizaron un estudio taxonómico integrador, combinando la más amplia cobertura morfológica efectuada hasta esa fecha, con datos moleculares y modelos de nicho ecológico, lo que les permitió dilucidar la real composición de especies y probar la validez de las subespecies propuestas.Presentó bandas en el pecho de color marrón-negruzco, así como en la cola; las líneas longitudinales en la frente eran apenas reconocibles; ninguna mancha presentaba la corona; dos lonjas en la mejilla marrón óxido corren paralelos y están unidos en la parte posterior por una banda cruzada.Tiene un pelaje largo, con manchas en los flancos canelas con borde más oscuro sobre fondo gris humo;[8] el rostro es ancho, similar en aspecto al del gato doméstico.Si bien es posible verlo a plena luz del día (especialmente en el invierno) tiene una mayor actividad durante el crepúsculo y la noche.