Leonor de Velasco y la Cueva

[3]​ Según el historiador Gabriel Maura Gamazo, Leonor Velasco se vio envuelta en cierto escándalo como consecuencia de sus amoríos con un hombre que además de casado, era pobre.[3]​ Entre 1665 y 1669 Leonor de Velasco participó en varias intrigas contra el padre jesuita.[3]​ En 1677 esta colaboración se convirtió en su apoyo total, en deslealtad a la reina Mariana.[3]​ A partir de 1665 y hasta 1674, la futura condesa es mencionada constantemente en los diarios del embajador del Sacro Imperio Romano Germánico, el conde de Pötting.[3]​ No obstante también tenía sus detractores, como el cardenal y hombre de Estado Luis Guillén de Moncada y Aragón, que insistía en la mala influencia que ejercía sobre el Palacio: Por su parte, el citado historiador Gabriel Maura Gamazo caracterizó a Leonor de Velasco como: