Los lenguajes artificiales o coherentes son lenguajes de tamaño típicamente muy limitado que emergen ya sea en simulaciones computacionales entre agentes artificiales, interacciones entre robots o en experimentos psicológicos controlados con seres humanos.
La carencia de evidencia empírica en el campo de la lingüística evolutiva ha llevado a muchos investigadores a adoptar las simulaciones computacionales como un medio para investigar las formas en que agentes artificiales pueden auto-organizar lenguajes con propiedades naturales.
Mediante la construcción explícita de todos los supuestos en simulaciones computacionales, esta rama de investigación se esfuerza por investigar experimentalmente la dinámica subyacente en el cambio lingüístico, así como preguntas sobre el origen del lenguaje bajo condiciones controladas.
Debido a su éxito, el paradigma también se ha extendido para investigar la aparición de nuevos lenguajes en experimentos psicológicos con humanos,[2] conduciendo al nuevo paradigma de la semiótica experimental.
Los lenguajes artificiales se han utilizado en investigaciones sobre la psicolingüística del desarrollo.