La leishmaniosis (o leishmaniasis) es un conjunto de enfermedades zoonóticas y antroponóticas causadas por parásitos protozoos del género tripanosomatida Leishmania.En Colombia, en ciertas regiones, conocido como palomilla, en Ecuador arenilla, en Perú jején,[7] en Argentina torito, plumilla o carachai, y en Costa Rica papalomoyo.Posteriormente hay varios casos descritos en el Oriente Medio, por ejemplo en Bagdad y Jericó, denominándola de diferentes formas.[17] En 1903, Leishman y Donovan, de forma separada, describieron el protozoo que ahora se conoce como Leishmania donovani, en el tejido del bazo de pacientes en la India con una severa enfermedad letal y que se denominaría leishmaniosis visceral.Esta forma, al ser inoculada dentro de los hospedadores, se transforma en el segundo estado morfológico conocido como amastigote.Las lesiones tienden a curarse espontáneamente en un lapso de meses, dejando cicatrices hipopigmentadas con bordes hiperpigmentados sobrelevantados.Este tipo de leishmaniosis es más común en América Central y del Sur.[24] Entre los métodos indirectos de diagnóstico se encuentran el hemocultivo en medio NNN (Wikipedia inglesa) y los ensayos serológicos tradicionales como la fijación del complemento (Wikipedia inglesa) y la inmunofluorescencia, además los modernos como el ELISA.[26][27][28][29][30][31] Uno de los fármacos efectivos, tanto en los resultados clínicos como microbiológicos, es el antimonio pentavalente (SbV) por vía intravenosa.El parásito Leishmania puede invadir, en algunas situaciones, diferentes órganos del perro y otros mamíferos, como las liebres, provocando lesiones de gravedad variable.En algunos casos, las lesiones son de tal magnitud, que se produce la muerte del animal, sobre todo debido a un fallo renal.La sintomatología clínica es muy variable, pero cabe destacar las lesiones en la piel, en las articulaciones y, cuando la enfermedad está ya bastante avanzada, en el riñón.[33] Es importante dejar claro que no todas las infecciones por Leishmania producen enfermedad en el perro.El parásito se transmite a través de los jejenes (también llamados flebotomos y papalotillas).La picadura del jején transmite la enfermedad sólo si previamente había picado a otro animal ya infectado.Actualmente ya existe una vacuna contra la leishmaniosis, descubierta por el doctor e investigador venezolano Jacinto Convit.Es importante hacer un diagnóstico diferencial, aunque este no es necesariamente certero debido a que hay enfermedades como esquistosomiasis, brucelosis, malaria, hepatitis viral, histoplasmosis sistémica, tuberculosis, paracoccidioidomicosis diseminada, leucemia, linfoma, entre otras, que pueden presentar síntomas similares a la leishmaniosis visceral.
Ciclo vital del parásito
Leishmania
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Flebótomo hembra en el acto de alimentarse con sangre humana.
Lesión de la leishmaniosis cutánea.
Frotis de médula ósea: leishmaniosis visceral.
Perro con signos típicos de leishmaniosis visceral.