Legio (León) fue una ciudad romana perteneciente al convento Asturicense, en la provincia Tarraconense (desde 298 Gallaecia).
Situada en el interfluvio entre los ríos Bernesga y Torío, durante la época altoimperial tuvo gran importancia debido a que la unidad militar fue la encargada, entre otras tareas, de controlar el noroeste peninsular, donde se localizaban importantes explotaciones auríferas como Las Médulas.
En cuanto a sus campañas exteriores, la VII Gemina, dirigida por el futuro emperador Trajano, se dirigió hacia Germania Inferior para reprimir la revuelta de Lucio Antonio Saturnino, colaboró en las guerras dacias de Trajano, en la construcción del Muro de Adriano, en las guerras contra los Mauri con Antonino Pío y en las campañas contra este mismo pueblo cuando invadieron la Baetica bajo Marco Aurelio.
En ese momento entró en la órbita del Imperio Gálico, pero retornó a la disciplina imperial de Aureliano antes que la Galia y Britania.
La primera fortificación, en torno al siglo I a. C., consistiría en un muro de opus vittatum reforzado con un terraplén interno.
Ya con la Legio VII Gemina asentada en el campamento, se construyó otra fortificación, de la que aún se observan algunos restos junto a la Basílica de San Isidoro, datada en el siglo I.
Situada en el costado oriental, estaba flanqueada por dos torres rectangulares, cuyos restos se pueden ver en la cripta arqueológica de Puerta Obispo, junto a la Catedral.
El campamento contó, al menos, con un acueducto, que llegaba al recinto por el noroeste, y cuyo trazado pudo conocerse en mayor profundidad tras su localización, durante unas obras, en las terrazas del río Bernesga, paralelo a la carretera que se dirige a Carbajal de la Legua.
Alrededor del campamento, como era normal con todas las bases militares del Imperio romano, fue creándose un núcleo civil paralelo, la cannaba, en la que se asentaban los comerciantes, prostitutas, magos y todas las personas que se encargaban de cubrir las necesidades de los soldados.
Los hallazgos más interesantes en esta zona pertenecen al anfiteatro (con una capacidad para 5000 espectadores), situado junto a uno de los ángulos del recinto amurallado, en la calle Cascalerías.
Sus restos se conservan, al igual que la Porta Principalis Sinistra, en una cripta arqueológica.