[3] Los rasgos más extraños del león marsupial se encuentran en las mandíbulas, y son debido a sus primitivos orígenes herbívoros.
Debido a su dieta herbívora, todos los diprotodontes del Oligoceno hacía ya tiempo que habían reducido considerablemente o perdido sus colmillos, y los tilacoleónidos no volvieron a desarrollarlos.
Las cuatro patas tenían una longitud similar, aunque los músculos de las delanteras estaban más desarrollados, pues servían para aferrar a las presas antes de morderles la garganta, como hacen actualmente los grandes felinos.
El león marsupial puede haber almacenado sus presas en los árboles de manera similar a los leopardos modernos.
Esto indica que muy probablemente se reproducía en determinadas temporadas y podría olfatear a una pareja potencial.
[8][9] En un primer momento se fechó la extinción del león marsupial hace 50.000 años y se adjudicó exclusivamente a la consecuencia de estos cambios climáticos, pues no había evidencia de que por esas fechas hubiesen aparecido en Australia otros competidores.
El hallazgo, relatado en la revista científica Nature, aporta información de gran valor al debate sobre las razones por las que se extinguieron tantos grandes mamíferos en Australia.
Entre los fósiles hay 23 tipos de canguros -ocho de los cuales nunca se habían descrito-, wombats, loros y el primer esqueleto completo conocido del león marsupial Thylacoleo carnifex.