[7] Probablemente la zona fue escogida por Bevilacqua porque ya había en el lugar un albergue vinculado a la iglesia de San Gregorio.
[10] En total ocuparía una superficie de 200 pérticas cuadradas y el acceso sería posible solo a través de un puente levadizo; estaban previstas doscientas ochenta habitaciones, no separadas como en el primer proyecto, sino colindantes.
Buena parte del pórtico fue realizada entre 1507 y 1508, año en el que se empezó a pintar las habitaciones.
[17] La estructura, que fue tomada como modelo para posteriores proyectos en otras ciudades, estaba constituida por un amplio recinto cuadrado con una única entrada, vigilada por soldados.
El perímetro interior estaba constituido por 504 arcos, hacia los que daban 288 celdas, de las cuales 280 eran para el internamiento de los enfermos, mientras que las restantes cuatro en las esquinas y cuatro en las entradas estaban destinadas a los servicios.
Cada celda tenía una superficie de unos veinte metros cuadrados, con dos ventanas, una chimenea, una letrina y colchones sobre los cuales dormían los enfermos.
La vista muestra también treinta y seis tiendas de campaña en el interior del recinto.
Terminada la epidemia en 1632, se realizó una desinfección y el lazareto fue entregado al Ospedale Maggiore.
[28] En 1812 volvió a ser propiedad del Ospedale Maggiore, que intentó venderlo, pero la subasta quedó desierta.
[29] Algunos locales fueron alquilados a trabajadores ferroviarios, jardineros, artesanos, comerciantes, vendedores ambulantes, lavanderos, herradores y fabricantes de hielo.
En 1861 la parte septentrional fue cortada por el viaducto ferroviario que conducía a la antigua Estación Central de Milán, cuyo trazado correspondía al actual Viale Tunisia.
[31] El edificio situado en el número 5 de la calle fue concedido desde 1974 a la iglesia ortodoxa griega y comprende un tramo correspondiente a poco más de cinco estancias originarias, con seis ventanas y cinco chimeneas.
[33] Por otro lado, la parte del pórtico interior correspondiente a la Porta di San Gregorio fue reconstruida por la familia Bagatti-Valsecchi en su villa de Varedo.
Tras la epidemia de 1576, en 1580 el cardenal Carlos Borromeo encargó a Pellegrino Tibaldi que proyectara un edificio más funcional.