Lauda Sion Salvatorem es una secuencia que la Iglesia católica usa en la misa de la solemnidad de Corpus Christi y en otras ceremonias dedicadas a la Eucaristía.
En 1679 los Bolandistas pusieron en duda la autoría del Aquinate, generando con ello una fuerte discusión con los dominicos, quienes argumentaban con el testimonio de un contemporáneo de Santo Tomás, Tolomeo de Lucca.
En su texto, es quizás el que más lleva la impronta de santo Tomás.
Explica la doctrina del Santo Sacramento con precisión acabada y en un latín puro y conciso.
Según Dom Guéranger, Es aquí donde el más alto poder de una escolástica, no descarnada y trunca, como la de hoy, sino jugosa y completa, como la de la Edad Media, ha sabido plegar el ritmo de la lengua latina a la exposición clara y precisa de un dogma, tan abstracto para el teólogo como dulce y consolador para el corazón de los fieles.