Inspirada en su visión del alma como un diamante con forma de castillo, dividido en siete mansiones, la obra se concibe como el progreso de la fe en siete etapas, que concluye con la unión con Dios.
El castillo interior está dividido en siete mansiones o moradas, cada una de las cuales describe un escalón en el acercamiento a Dios.
[4] Las experiencias místicas de Santa Teresa han inspirado a varios autores modernos, aunque no necesariamente desde la misma perspectiva teológica.
Elizabeth Gilbert, en su libro Eat, Pray, Love (2006), que trata sobre la exploración espiritual personal, alude a Las moradas, como una «gloriosa meditación divina».
El libro de Caroline Myss, Entering the Castle está inspirado en el Las moradas, pero desde una aproximación al misticismo New Age.