Las Cuentas del Gran Capitán son un tópico cultural español que se basa en una anécdota atribuida a Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, que ridiculizó a Fernando el Católico cuando éste le pidió cuentas de los gastos en que había incurrido durante la campaña de Nápoles, a finales del año 1506.Como tópico, viene a coincidir con el estereotipo que se dibuja del carácter nacional español en el siglo XVI, que en sus extremos más negativos es fijado en la Leyenda Negra, y en sentido contrario, es tomado como muestra de las virtudes viriles de la raza española.Como en la anécdota, este carácter sería fiel pero orgulloso, desapegado de lo material, valiente hasta la temeridad, violento y desafiante, y no se rebaja a rendir ni pedir cuentas (únicamente a las de lances amorosos y muertos en desafío que Don Juan Tenorio hace con Don Luis Mejía, que había puesto su pica en Flandes, mientras el otro lo hacía en Italia).[10] También es bien sabido que, en el estereotipo del español castizo, esa dimensión calculadora y pragmática de Fernando era peor vista que la de otros reyes más idealistas (y no menos prudentes, como Felipe II)./ La Luna está toda cana / desde niña, y le salieron / cuernos aquel mismo día.CAPITÁN Primeramente se dieron / a espías ciento y sesenta / mil ducados.GARCÍA Y como, demás que entonces / andando todo revuelto, / no se hallaba un capellán / por un ojo.CAPITÁN Como se va el Rey huyendo / de tantas obligaciones, / quiero alcanzarle y no puedo.CAPITÁN Y en correos, / que llevaban cada día / a España infinitos pliegos.